Un arma secreta para oración del escapulario de la virgen del carmen





Cuando el escapulario se ha desgastado, puede reemplazarse por singular nuevo bendecido, pero no se tira a la basura.

Según la Congregación para el Culto Divino de la Santa Sede, el Escapulario del Carmen es un signo extranjero de la relación peculiar, filial y confiada, que se establece entre la Virgen, Reina y Madre del Carmelo, y los devotos que se confían a ella con total entrega y recurren con toda confianza a su intercesión cariñoso; recuerda la primacía de la vida espiritual y la falta de la oración.

En las citas de la "Bula sabatina" por los diversos autores, se encuentran diversas lecturas de ella (lo que prueba que no dependen de un solo documento inmediato).

No es un mascota ni una seguro cibernética de salvación o una dispensa para no existir las exigencias de la vida cristiana.

En la tentación, tomamos el escapulario en nuestras manos e invocamos la audiencia de la Origen. Kilian Lynch, antiguo general de la Orden dice: "No lleguemos a la conclusión de que el escapulario está dotado de alguna clase de poder sobrenatural que nos excluirá a pesar a pesar de lo que hagamos o de cuanto pequemos...Una voluntad pecadora y perversa puede derrotar la omnipotencia suplicante de la Origen de la Misericordia."

Cuando se bendice el primer escapulario, el devoto no necesita pedir la favor para escapularios posteriores, pues el escapulario es signo de la consagración de la persona a la Virgen; los que llegan, con el tiempo, a gastarse, si fueron bendecidos, no se deben echar a la basura, sino que deben ser quemados o enterrados como signo de respeto a lo que representa.

Una vez oración del escapulario de la virgen del carmen impuesto, se ha de sufrir siempre encima, especialmente en el momento de la crimen, aunque la Iglesia aún posibilita que en momento de resistir el trozo de tela original se sustituya por una medalla, con el Venerable Corazón de Jesús en una cara y la Virgen en la otra.

Las tiras más estrechas brindan una abertura a través del cual el monje coloca su cabecera; luego, las tiras se ajustan sobre sus hombros, y las grandes piezas de tela cuelgan delante y detrás.

Recibe este Escapulario por el cual quedas admitido en la comunidad de la bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, llévalo como signo de su protección maternal y de tu compromiso de imitarla y servirla.

Dios le hizo caso y un día vio en el horizonte una nubecita, del tamaño de una mano, que se acercaba hacia la tierra firme. Aquella nubecita trajo la copia esperada.

La Virgen pudo prometer esto porque sufrir el escapulario del Carmen es un compromiso de vivir en oración, en mortificación y en obras buenas, medios clásicos que la Iglesia ofrece a sus fieles para hacer penitencia por sus pecados.

Se cree que los primeros ermitaños carmelitas que vivieron en el Monte Carmelo de el escapulario de la virgen del carmen Tierra Santa en el siglo XII llevaban una túnica con cinturón y un manto a rayas característico de los peregrinos; cuando los carmelitas se trasladaron a Europa a mediados del siglo XIII y se convirtieron en escapulario de la virgen del carmen para que sirve una orden mendicante de frailes, adoptaron un nuevo costumbre que incluía una túnica con cinturón castaño, un escapulario rojizo, una capucha convocatoria capuche y un estrato blanco[3].

El contorno de todo el mama se perfila por el fulgor radiante que envuelve a la Virgen y la destaca sobre el fondo grisáceo. Tanto las reducidas dimensiones como la visión Añadir a Mi Prado Santo José con el Caprichoso dormido en brazos

Sin lado a dudas el escapulario de la Virgen del Carmen es una de las prendas religiosas más conocidas.

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